LAS ÚLTIMAS PALABRAS DE JACQUES DE MOLAY, DE FRANCISCO GIL MORIANA




Gracias a la narrativa he conocido grandes personajes y momentos de la historia, y gracias a la historia he leído grandes novelas. Las últimas palabras de Jacques de Molay (Edeta Editorial, 2017) es un ejemplo perfecto de lo primero. 

Nos faltan dedos a todas la manos de la humanidad, para contar las grandes obras inspiradas en personajes históricos que se han escrito. Y nos sobran ganas de leerlas y viajar, a donde sea que nos lleven.




FRANCISCO GIL MORIANA (España, 1965)

Nació en Sevilla, pero reside en Llíria (Valencia) desde la infancia. Estudio Geografía e Historia en la Universidad de Valencia, y un taller literario sobre novela histórica con profesores de la talla de Santiago Posteguillo.  

Amante de la literatura, actualmente coordina el club de novela histórica Germana de Foix, en Llíria, y colabora en distintas asociaciones cívicas y culturales como Aula de Ciudadanía y Casa de Andalucía

Las últimas palabras de Jacques de Molay, su primera novela, fue presentada en la Feria del Libro de Llíria, donde contó la presencia de la escritora Carmen Amoraga. 

Ya está trabajando en su segunda obra: La primera profecía de Michel de Notre Dame. Esperemos que vea la luz este año. Estaré encantada de hablarles de ella.

Gil Moriana es otro de los talentos que pude conocer gracias al Salón del Autor 360º


LA NOVELA




«Valencia, 1525. 

¿Quién quiere matar al rey de Francia?

Alfonso Valdés debe hacer frente a una sombría conspiración, que hunde sus raíces en las últimas palabras del gran maestre templario Jacques de Molay y que pretende asesinar en Valencia al rey Francisco I de Francia».

Un momento muy importante para  para la historia de  España fue la victoria de la batalla de Pavía (1525). El emperador Carlos V venció a los franceses e hizo prisionero  a su primo, el mismísimo Francisco I de Francia. No fue nada fácil llevar hasta Madrid a tan ilustre prisionero. Tratándose de un rey, se tomaron muchas molestias para que Francisco viajara con la dignidad propia de su corona. La primera parada en suelo español fue Valencia, donde su majestad gozó de unos días de reposo antes de continuar el viaje. Es en este momento, durante la llegada del monarca, donde da comienzo la historia de Las últimas palabras de Jacques de Molay.

Desembarco de Francisco I en el puerto de Valencia.
Ignacio Pinazo Camarlench, 1876

Francisco Gil Moriana tiene un talento natural, y muchos conocimientos, para rastrear personajes interesantísimos de la Historia y convertirlos en personajes literarios increíbles. Alfonso de Valdés, el protagonista, es la muestra. 

Secretario de cartas latinas del emperador Carlos V, trabajó junto al gran canciller Mercurino Gattinara. Humanista, erasmista, un hombre del renacimiento en el sentido amplio del término. Culto, adelantado a su época,  pensador y escritor. Marcado por el cruel destino al que la Santa Inquisición sometió a sus familiares debido a su ascendencia judía. 

Alfonso de Valdés, 1531


Por si esto fuera poco, a Valdés se le atribuye la autoría de El Lazarillo de Tormes. Rosa Navarro Durán, filóloga y catedrática de literatura española, publicó en 2003 el ensayo: Alfonso Valdés, autor del Lazarillo de Tormes (Gredos). 

«La publicación del libro de Rosa Navarro Durán, Alfonso de Valdés, autor del 'Lazarillo de Tormes' (Gredos, 2003), es un buen ejemplo de lo que digo. La conclusión a la que llega la autora después de un espléndido ejercicio de erudición, cotejo de fuentes literarias, análisis del contexto histórico de la época y un raciocinio que no excluye la imaginación necesaria a toda empresa creativa, habrá desprendido sin duda muchas hojas caducas del árbol de nuestra cultura oficial y académica: "Siempre hemos leído [el Lazarillo] como una obra anónima, pero no es hija de la 

piedra, sino del mejor prosista de la primera mitad del siglo XVI, el mejor valedor de Erasmo en España: Alfonso de Valdés, secretario de cartas latinas del Emperador”».

 (Juan Goytisolo. El País, 26/07/2003)


En Las últimas palabras de Jacques de Molay, Alfonso de Valdés llega a Valencia como visitador, cuyo fin es realizar un informe sobre la situación del reino, pero lo que encuentra es algo más. Conspiraciones, secretos y enigmas. Emprenderemos una aventura, de la mano de Valdés y compañía, intentando resolver este misterio. El Visitador tendrá que indagar en la otra Valencia, la que teje los hilos por debajo de la mesa, para poner fin a la amenaza y evitar el asesinato del ilustre prisionero.

Imposible no recordar a fray Guillermo de Baskerville (El nombre de la rosa), o incluso a Sherlock Holmes, en la figura de Valdés. Él también se vale de sus conocimientos, de su método —elaborado y perfeccionado por sí mismo— para descifrar los enigmas que se le presentan. Nuestro protagonista no es un «averiguador» improvisado.

«El Visitador sonrió ante tal ocurrencia y pensó que no siempre la evidencias, o las apariencias más más bien, sirven para llegar a conclusiones correctas, que deben fundamentarse más en el sosiego y la meditación».


Valdés no se ciñe a un razonamiento puramente deductivo para llevar a cabo sus averiguaciones; también echa mano de los recursos que le aportan la filosofía, la numerología o la simbología. Su afición y conocimientos sobre etimología son un puntazo. El escritor acierta de pleno en la recreación de esta figura histórica y de otros personajes, como Germana de Foix.  

La novela está llena detalles que son de agradecer; referencias y guiños a la cultura valenciana. El autor da mucha información sobre el contexto histórico y la cultura popular de la época; te transporta y crea una curiosidad añadida que, estoy segura, harán que devores el libro y te entren ganas de investigar y conocer un poco más sobre los personajes, sobre la Valencia y la España de aquellos días.

La Historia no es solo un compendio de fechas, hechos y datos. La Historia son también creencias, comportamientos y puntos de vista. Francisco Gil Moriana lo sabe bien y pone mucha atención en todos los detalles para que el lector disfrute del ambiente que envuelve a la época.

Las últimas palabras de Jacques de Molay está muy lejos de ser una obra oscura o densa, al contrario, fluye a buen ritmo y atrapa al lector rápidamente. Es una gran opción para los amantes de la novela histórica, pero también lo es para aquellos que disfrutamos de las historias detectivescas de corte clásico. 

Hay un trabajo titánico de investigación detrás de esta obra, pero el autor supo equilibrar lo histórico y lo literario y presentarnos una novela divertida, emocionante y redonda. 

¿Te apetece echar un vistazo a Las últimas palabra de Jacques de Molay? Haz click aqui.

También puedes encontrar la edición impresa en las siguientes librerías:

-Berlín (Valencia)
-Bibliocafé (Valencia)
-Clarión (Valencia)
-Editorial Edeta (Llíria)
-Pinazo (Godella)

Hasta pronto... y felices lecturas.


*Fotografías del libro: Iván Jerez Álvarez.

LA MANO IZQUIERDA DE LA OSCURIDAD, DE URSULA K. LE GUIN





El pasado 12 de enero fallecía Ursula Kroeber Le Guin (Estados Unidos, 1929), una de las figuras más destacadas de la literatura del contemporánea, y uno de los pilares de los géneros de fantasía y ciencia ficción

Yo llegué tarde a su obra, y no lo digo desde la pena. Creo que llegué a sus libros en el momento adecuado, en el principio de mi etapa adulta, y eso me ha brindado la oportunidad de mirar su obra desde una perspectiva distinta. Cuando era más joven leía fantasía y ciencia ficción para emocionarme; hoy en día lo hago para estremecerme. Antes buscaba escapar de la realidad, ahora busco encontrar un poco de mí, reconocerme en esos mundos.  



Photograph by Rod Searcey. Copyright © by Rod Searcey

URSULA K. LE GUIN

Fue una escritora imparable, guerrera y comprometida, que no bajó la voz a la hora de hablar de los problemas sociales, políticos y culturales de su país y del mundo. Gran observadora de la condición humana; interesada siempre en las cosas que nos hacen ser lo que somos y en la forma en la que nos relacionamos. Dicen los que saben mucho sobre de la vida de la autora, que todo esto se debe a la influencia de sus padres, los antropólogos Alfred y Theodora Kroeber.

La primera mujer en obtener el galardón de Gran Maestra de la SFWA (Asociación de Escritores de Fantasía y Ciencia Ficción de América) y ganadora de premios tan importantes como el HugoNébulaLocus, y una interminable lista de reconocimientos que marea de lo larga que es. 

Actualmente vivimos una época de grandes historias y escritores magníficos que no habría sido posible sin la figura de Ursula K. Le Guin, sin su talento, imaginación y su voz reivindicando constantemente la importancia de estos géneros que tanto amamos.

«La ciencia ficción no es algo menor. Y no es solo, ni especialmente, la Enterprise, Star Wars o las tropas del espacio. Significa experimentar con la imaginación, responder preguntas que no tienen respuesta. Implica cosas muy profundas, que cada viaje es irreversible (…) la ciencia ficción es una inmensa metáfora».

(Ursula K. Le Guin. El País Semanal, 28/10/2012)

LA NOVELA

«Escribiré mi informe como si contara una historia, pues me enseñaron siendo niño que la verdad nace de la imaginación.» Así comienza su relato Genly Ai, enviado al planeta Gueden, también llamado Invierno por su gélido clima, con el propósito de contactar con sus habitantes y proponerles unirse a la liga de planetas conocida como el Ecumen. Los guedenianos tienen una particularidad que los hace únicos: son hermafroditas, y adoptan uno u otro sexo exclusivamente en la época de celo, denominada kémmer. En Invierno, Ai conoce a Estraven, un alto cargo que le mostrará cuán diferente puede llegar a ser una sociedad donde no existe una diferenciación sexual.

La mano izquierda en la oscuridad (Minotauro), junto  a Los desposeídos (Booket, 2002), El nombre del mundo es bosque (Minotauro, 2002) y la serie de Terramar (Minotauro), son quizás las obras más importantes en la carrera de Ursula K. Le Guin. Las tres primeras forman parte del ciclo Ecumen: novelas y relatos cortos que se desarrollan en un universo de planetas asociados en una federación (Ecumen). Ganadora del Nébula en 1969, y del Hugo en 1970, esta novela ha llegado hasta nuestros días como una de las más importantes de la ciencia ficción de todos los tiempos. En la revista Locus Magazine, el libro no ha parado de subir de posición cada vez que se hace la encuesta sobre los mejores libros del género. Por cierto, la edición de marzo está dedicada a la autora).

Portada de L.M. en su edición de marzo.

Pero vayamos a la historia… 

Es sorprendente abrir el libro y encontrarte en un tiempo tan lejano —unos dos mil años por delante de éste—, en un planeta cuyos habitantes son un caso aparte, y en una ceremonia —baño de masas— de esas que los políticos de todos los lugares, de todos los tiempos y de todos los planetas —por lo que se ve— disfrutan como nadie. Así es la imaginación de K. Le Guin, inmensa, libre, capaz de visualizar y construir mundos con un nivel de detalle impresionante.  Y es un placer, y esos mundos se disfrutan y se sufren mucho. Pero ella no los ha creado solo para dar forma a la forma, los ha creado, sobre todo, para dar sentido a cuestiones más profundas. Invierno o Gueden, sus pueblos, tierras y conflictos, son un espejo para que los lectores descubramos quiénes somos. Esta obra es una oportunidad perfecta para hablar de lo que nos une, y de lo que nos separa. 

Creo que no es gratuito que Genly Ai, protagonista de la historia, sea un diplomático con visión de antropólogo y no un hombre de ciencia o un action man, pues solo así adquiere verosimilitud una historia cuyo eje central es la interacción entre dos realidades, dos formas de vida, de seres, de humanidades.

Recordemos que esta obra fue publicada por primera vez en 1969, en medio de unos años importantísimos para la lucha por los derechos civiles y de la mujer. Confrontación, debate, todo servido en bandeja de plata. La escritora no fue ajena a esos cambios y a esos momentos:

«La mano izquierda de la oscuridad habla de un mundo habitado por individuos hermafroditas, lo cual nos sumerge en una vertiginosa, deslumbrante indagación sobre los géneros sexuales y el modo en que condicionan nuestras vidas». 

(Rosa Montero. El País, 6/08/2011)

Un planeta habitado por seres hermafroditas, determinados por un ciclo de excitación y reproducción, el kémmer; determinados también por su hostil geografía y por un código de comportamiento más cercano a la intriga, al discurso velado, que a la guerra o el enfrentamiento físico. K. Le Guin pensó en todo para crear una historia de choque, pero también para enfrentar a sus personajes a la tarea de construir puentes de comunicación. Cuando los seres se desprenden de todo ese peso cultural, político, social y de género, y buscan la conexión,  es allí cuando realmente llegan a conocerse en profundidad. 

La intensa relación entre Genly Ai y  Estraven, y los  viajes que llevan a cabo, son un símbolo de autoconocimiento y reconocimiento. Estraven,  el guedeniano, narra por sí mismo sus impresiones. Es uno de los detalles del libro que más me gustó, que "los otros" no figuraran solo a través de la visión y la experiencia de Ai, que la escritora nos concediera el privilegio de escucharlo de viva voz:

«Le expliqué mi silencio, con cierto embarazo. Temía que se riera de mí. Al fin y al cabo, Ai ya no es una rareza sexual; aquí en el Hielo cada uno de nosotros es una criatura singular, aislada; yo a medida que me alejo de mis semejantes, mi sociedad y mis normas, y Ai lo mismo (…) Somos iguales al fin; iguales, extraños, solitarios».

Como apunte, y para tranquilidad del lector interesado: no hay necesidad de leer previamente ningún libro de la serie Ecumen para disfrutar La mano izquierda de la oscuridad. Las historias de cada libro son independientes, así que no tendrás ningún problema si decides empezar por aquí. La editorial Minotauro editó en 2009, un libro titulado: Los mundos de Ursula K. Le Guin, que recoge, además de esta novela, El nombre del mundo es bosque y Los desposeídos. Gran opción para entrar en Ecumen a lo grande.



El valor de este libro es incalculable. De verdad, te recomiendo ampliamente no dejar pasar la pluma de Ursula K. Le Guin. Hoy en día resulta difícil entablar una reflexión sobre la existencia y sobre quiénes somos, sin recurrir a la sensiblería, a la lágrima fácil. Afortunadamente contamos con historias enormes que nos brindan la posibilidad de hacernos preguntas importantes a través de la imaginación y del talento de autores únicos.  

La imaginación es un arma poderosa y esta escritora supo hacer de ella algo excepcional.

Descanse en paz. 

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