Un vendedor de perfumes me contó que para limpiar el olfato, entre perfume y perfume, lo más recomendable era oler granos de café o café molido. Eso me pasa con los libros de la dama del misterio: son mis granos de café. A veces, cuando mi lista de lectura se vuelve densa y necesito un respiro, recurro a sus historias.
Pero bueno, en esta ocasión también tengo otra razón para leer Misterio en el Caribe (Editorial Molino, 1979). Últimamente me ha entrado el gusanillo por conocer autores caribeños u obras cuyas historias se desarrollen en ese extenso territorio. Siendo honesta, y pese a que nací en un país que posee un pedazo de caribe, poco sé de su historia y de su literatura. Dejo esto como advertencia: llegarán al blog muchos libros con tintes caribeños.
AGATHA CHRISTIE
Viajera, curiosa, inteligente, emprendedora, ávida lectora, observadora, crítica… No caben aquí los adjetivos para definir a una de las escritoras más impresionantes de todos los tiempos.
Nada se le puso por medio cuando decidió que lo suyo era la literatura. Trabajó duro, luchó, perseveró y logró hacerse un nombre en letras de oro. Nadie concibe hoy en día la novela policiaca sin la figura de Agatha Christie (Reino Unido, 1890- 1976), es más, nadie concibe el siglo XX sin su influencia. Siempre será considerada como una de las escritoras más importantes de todos los tiempos.
Su novela Diez Negritos (Espasa Libros, 2015) ocupa un lugar privilegiado en las listas de los libros más vendidos de la historia, y sigue siendo el libro más vendido de los géneros policiaco y de misterio. Sus obras se han adaptado un montón de veces al cine, al teatro y a programas radiofónicos. La más reciente, Asesinato en el Orient Express (Espasa Libros, 2017), será la encargada de encandilar a los espectadores y a las nuevas generaciones. Las editoriales no van a parar jamás de editar sus libros, estoy segura. Y nosotros seguiremos cayendo rendidos, por los siglos de los siglos, ante personajes como Poirot o miss Marple.
Su novela Diez Negritos (Espasa Libros, 2015) ocupa un lugar privilegiado en las listas de los libros más vendidos de la historia, y sigue siendo el libro más vendido de los géneros policiaco y de misterio. Sus obras se han adaptado un montón de veces al cine, al teatro y a programas radiofónicos. La más reciente, Asesinato en el Orient Express (Espasa Libros, 2017), será la encargada de encandilar a los espectadores y a las nuevas generaciones. Las editoriales no van a parar jamás de editar sus libros, estoy segura. Y nosotros seguiremos cayendo rendidos, por los siglos de los siglos, ante personajes como Poirot o miss Marple.
LA HISTORIA
Comencé a leer Misterio en el Caribe, totalmente a ciegas. No había leído la sinopsis, y no tenía información previa, así que fue una sorpresa encontrarme con una vieja conocida: miss Marple. A ella la conocí hace más de veinte años, cuando leí por primera vez Un puñado de centeno (Editorial Molino, 1981), mi novela favorita de la autora. Miss Marple es, junto a Hércules Poirot, uno de los personajes recurrentes en su obra. Podríamos hablar de una serie de libros como “la saga miss Marple”. Ambos resuelven casos: Poirot, como detective de la ley; ella, como detective aficionada. Nunca se vieron las caras. Christie no nos dio ese privilegio.
En este libro, miss Marple viaja al caribe para pasar una temporada de descanso en un hotel de la isla de St. Honoré. Lejos de su casa de la campiña inglesa, y entre palmeras, bungalows, noches de baile y labores de ganchillo; una muerte la llevará a descubrir que no todos los huéspedes y residentes del hotel, son lo que parecen.
Como en cualquier novela de Agatha Christie, recogeremos poco a poco las miguitas de información que cada página nos va entregando. Nos devanaremos los sesos intentando separar a los buenos de los malos. Caeremos en trampas, saldremos de ellas y seguiremos adelante. Siempre poniéndonos a prueba, haciéndonos dudar, o empatizar, con unos y con otros. Miss Marple hace referencia a distintos casos del pasado. Se disfruta recordando aquellos libros, pero si no te has leído ninguno previamente, no pasa nada.
OLD IS NOT DEAD!
Más allá del caso que intentaremos resolver a lo largo de la historia, uno de los aspectos que me gusta muchísimo de esta novela en particular, es la reflexión constante que hace nuestra protagonista sobre el tema de la edad. Miss Marple es una mujer mayor que sabe usar las armas que nos otorgan los años. No le tiembla el pulso cuando utiliza lo que la gente más joven considera «cosas de viejos» en su beneficio. Su aspecto de "honorable anciana", la lleva a ganarse simpatías, confianza y alianzas que le servirán para obtener información valiosa. Detrás de esa apariencia de señora en edad otoñal, hay una detective con las mismas capacidades de los grandes inspectores de policía.
Ella es consiente en todo momento de los estereotipos asociados a las personas mayores, y se sirve de ellos sin reparos. Lo que para otros son debilidades, para miss Marple son armas, disfraces y herramientas de trabajo. Es, además, una observadora aguda, capacidad que la edad se ha encargado de afinar:
—Yo no le tengo por hombre feliz —opinó miss Marple.
—¿Cree usted acaso que un criminal puede serlo? Miss Marple tosió.
—He tenido relación con esa clase de personas —arguyó.—No creo que su experiencia sea tan dilatada —dijo mister Rafiel convencido.Esta suposición, como miss Marple hubiera podido demostrarle, era errónea. Pero aquella se prohibió a sí misma rebatir la apreciación del anciano. Sabía muy bien que a los hombres nos les gustaba que les hiciesen ver sus equivocaciones.
Me gusta fantasear con el hecho de que hay mucho de Agatha Christie en Miss Marple, sobre todo, considerando que cuando escribió Misterio en el Caribe, era una mujer de poco más de setenta años. Creo que por eso es importante que quedara patente, a través de acciones, reflexiones y conversaciones con otros personajes; la importancia de los años: la experiencia y la inteligencia que aportan tenerlos y haberlos vivido.
—No. No creo que sea usted un asesino.
—Y…, ¿por qué?
—Pues porque es usted un hombre inteligente. Utilizando su cerebro ha podido conseguir más cosas que si hubiera recurrido al crimen. El crimen es siempre una estupidez.
La carrera hacia la verdad es, para miss Marple, una carrera de fondo. Allí, donde todos corren desbocados, escupiendo teorías o metiendo la pata, ella espera, mantiene el ritmo y lo consigue. Es siempre la primera en llegar a la meta.
Ya sea en su amada campiña o más allá del océano, estamos ante un personaje literario muy querido por millones de lectores, y al que siempre es un placer volver. Miss Marple es como los buenos vinos…
Ahora te toca a ti, lector. ¿Te atreves a resolver este misterio?
*Fotografía de Agatha Christie: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/christie.htm,
Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=32750977